Parto vaginal después de 2 cesáreas bajo las luces de la navidad.
Belmarie tuvo una primera cesárea básicamente por falta de información y por falta de tener un buen proveedor de salud (obstetra). Para su segundo embarazo Belmarie y José me contratan para que fuera su doula y los acompañara durante su parto en el hospital. Planificaron intentar un parto vaginal después de cesárea. Cambiaron de proveedor. Se educaron. Ambos tenían las herramientas para lograrlo mientras hubiese salud. Llegadas las últimas semanas de embarazo la bebé se mantuvo en posición de nalguitas. Belmarie no accedió a programar una cesárea. Mientras hubiera salud estaba enfocada en dar a luz de manera natural a su bebé. Intentaba recomendaciones para estimular que la bebé se volteara y esperaría hasta el día del parto para darle todas las oportunidades.
El día del parto llegó con contracciones que se fueron regulando a lo largo del día. Así Belmarie fue al mall, caminó y trato de seguir con una rutina normal hasta que ya sentía todo más intenso y me llamó para que fuera a su casa. Al llegar estaban las contracciones bastante frecuentes e intensas. Si no mal recuerdo estaba en la ducha. Poco tiempo después de yo haber llegado, rompió fuente por lo que procedimos movernos al hospital. Al llegar Belmarie estaba ya en 9cm’s y la bebé seguía de nalgas. Ahí empezó el “corre y corre” de parte del personal médico. “Si tu sigues con el capricho de parir te vamos a dejar sola en un cuarto y si tu bebé se muere es tu culpa.”
En ningún momento Belmarie estaba “exigiendo” parir a su bebé de nalgas (aunque tenía todo el derecho de hacerlo), ella solo pedía que le dieran un minuto a solas para ella leer y firmar los papeles pues no había ninguna emergencia inminente. Y así llegó Paula, por medio de una cesárea que sabíamos era una gran posibilidad debido al panorama pero que al final fue forzada, sin ética profesional y nada de consentimiento informado. 5 años más tarde llegó un nuevo embarazo. Ésta vez ella estaba segura de que deseaba tener su parto en el hogar y contaba con el apoyo de su pareja. El embarazo transcurrió en salud. Fueron muchas las visitas prenatales para monitorear salud, compartir con la familia, aclarar dudas y prepararse con educación para el proceso de parto. Días antes de cumplir las 40 semanas empezó su proceso de parto. Las primeras horas fueron de mucho descanso y fluir, ya luego mucho trabajo. Llegaron las contracciones que tanto ella anhelaba. Los primeros centímetros de dilatación fluyeron bastante rápido. Como 9 horas para llegar de 1 a 4. Aún en parto temprano. Sin prisa, contracciones gentiles que la dejaban descansar. Cuando empezó el parto activo, las contracciones empezaron a ser mucho más intensas y se necesitaron como 17 horas más para llegar hasta 10 centímetros. Siempre en salud, siempre cuidada y apoyada. Para regular las contracciones y optimizar la posición de la bebé, junto a su doula Yaheli, empezamos a hacer ejercicios de “Spinning Babies”. El cambio a progreso más rápido fue casi inmediato cuando terminamos la ronda de ejercicios. Frente al árbol de navidad y en un ambiente navideño hermoso, lleno de paz y mucho amor, llenamos la piscina de parto. Ahí estuvo un ratito relajándose en el agua. Sus hijas la observaban, le daban la mano, la sobaban, la sostenían. Luego de un rato salió del agua, mucho progreso. Recomendamos otras posiciones y ella las intentaba todas.
Tras el último ejercicio, la cabecita de su bebé bajo bastante y los pujos empezaron a llegar. Acostada en la cama, descansando entre las contracciones, veíamos mucho progreso con cada pujo. Una cabecita que se iba abriendo paso hasta que en una contracción esa cabecita salió y poco más tarde el resto del cuerpito. Llenita de sangre, haciendo una transición en salud. Lista para llegar al pecho de su mamá. Ese pecho que la anhelaba, que esperaba por ella para darle calor y poder respirar en alivio pues todo el camino la había llegado a vivir una nueva temporada. Amelia Lía había llegado. ¡Y que recibimiento tan hermoso tuvo! Fueron 86 hrs de parto desde el parto temprano hasta que Amelia nació. Belmarie siempre se mantuvo fuerte, enfocada y confiada. La importancia de la educación y escoger buen apoyo para acompañarte a la hora de vivir un proceso tan maravilloso como lo es parir/ nacer.